Raymundo Peixoto | Vicepresidente Senior de Soluciones de Datacenter en Dell Technologies Latam

Actualmente vivimos en un mundo multicloud en el que cada vez más organizaciones están invirtiendo en nubes públicas y privadas. De acuerdo con IDC, en Latinoamérica 52% de las empresas implementan estas soluciones en sus operaciones, mientras que en México se estimó un aumento de 30% en la inversión de nubes entre 2020 y 2021, y 35% al final de 2022.

A la par de este crecimiento, nuevas nubes verticales continúan desarrollándose para otorgar soporte, aplicaciones y requerimientos específicos a distintos sectores como la salud, finanzas, gobierno, retail, e incluso los medios de comunicación.

Esta proliferación de nubes especializadas puede convertirse en un arma de doble filo ya que, por un lado permiten a las organizaciones maximizar el valor de su inversión en la nube y alcanzar sus objetivos de negocio, pero por otro lado su llegada puede crear nuevos silos si las organizaciones no son capaces de mover datos o aplicaciones libremente entre ellas.

Para que las organizaciones puedan beneficiarse de las eficiencias de las nubes públicas, explotar la flexibilidad y escalabilidad, así como las ventajas de desempeño, control y seguridad, requieren de una estrategia robusta de multicloud.

Para ello, primero deben considerar una filosofía de “menos es más… complejidad”, en la que al elegir una plataforma con un solo proveedor y depender de sus aplicaciones y de una pequeña selección de socios puede impactar la habilidad para acceder fácilmente y adoptar futuras innovaciones de la industria.

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Debido a que una solución de multicloud consiste en acceder a un set de innovaciones en constante expansión entre las nubes y reconocer que se requieren las capacidades de todo el ecosistema para implementar una tecnología de la información moderna, las organizaciones deben dividir los silos y construir un ecosistema abierto que prospere en una amplia gama de asociaciones, colaboración e innovación, permitiendo una interoperabilidad y mejor integración entre las soluciones y servicios, así como mayor acceso a las innovaciones de distintos proveedores.

Además de funcionar correctamente, la tecnología también trabaja como las organizaciones realmente la necesitan. Y es que las compañías quieren que las nubes, aplicaciones, plataformas y servicios trabajen entre ellas sin interrupciones, al mismo tiempo que buscan una manera más sencilla de administrar y orquestar datos en múltiples ambientes de nube. Es decir, quieren un multicloud by design.

Las soluciones que elija cada organización deben brindar control, otorgando libertad de implementar lo que requieren, cuándo y cómo lo quieren. Pero, para que las organizaciones puedan experimentar todas las ventajas de esta herramienta, como cualquier otra tecnología, su implementación debe ser estratégica. Así, las organizaciones vivirán una experiencia de nube consistente y gozar de todos los beneficios que el multicloud promete.

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