Cynthia González Santiago | Global Brand Manager de NEORIS

Hoy somos plenamente conscientes de que generar las oportunidades y garantizar la inclusión de las mujeres en el mercado laboral es indispensable para el desarrollo económico y para avanzar en términos de igualdad y derechos para todos. Esto, por supuesto, involucra a la industria tecnológica, en la cual, de acuerdo con cifras de ONU Mujeres, las mujeres representan el 35% de quienes cursan estudios de enseñanza superior en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en el mundo. La situación no es muy distinta en México, ya que el Instituto Mexicano de la Competitividad estima que solo 3 de cada 10 profesionistas, eligen este tipo de carreras.

Si bien es cierto que ―en general para todas las industrias, incluida la tecnológica― hay una gran oportunidad para la equidad de género, también es cierto que las mujeres hemos logrado ganar espacios que antes estaban “reservados” para los hombres. De acuerdo con un reciente estudio de LinkedIn, la presencia femenina en cargos altos en la industria tecnológica en Latinoamérica aumentó un 18% en los últimos años, así como las contrataciones para posiciones técnicas: directoras de tecnología, con un 60% y desarrolladoras de sitios web, un 43%.

Personalmente, he podido ser testigo de cómo la industria tecnológica y la transformación digital ha dado cabida a que muchas mujeres incursionen como líderes y tomen un lugar que, por años, ha sido casi “vetado” para ellas. Hoy en día, por el contrario, las mujeres hemos demostrado la capacidad que tenemos para entrar en cualquier ámbito, asumiendo cualquier tipo de rol. 

La transformación digital necesita mujeres. Es verdad que tenemos habilidades distintas y podemos ser más sensibles a ciertos temas, pero también es una realidad que podemos aportar a industrias que por muchos años han sido lidereadas por hombres. Nuestro momento de convertirnos en un elemento fundamental en el desarrollo, está más vivo que nunca. 

También es cierto que como sociedad hemos evolucionado. No solo las mujeres estamos más empoderadas, sino que los hombres también han cambiado su pensamiento y apoyan mucho más que antes el poder femenino. Si bien todavía hay un gran camino por recorrer en este sentido, las cifras lo avalan: Si las mujeres participaran a la misma tasa laboral que los hombres, el ingreso per cápita del México  sería 22% mayor.

Hoy estamos viviendo otras épocas; son tiempos en los cuales las mujeres deciden tener hijos o no tenerlos, ser amas de casa o trabajar en lo que más les gusta y, desde su posición, aportar a un mundo laboral más equitativo. Hablar de igualdad de género, dejó de limitarse al derecho al voto y se amplía al derecho de elegir su carrera para desarrollar su potencial en un ambiente seguro o a dejar de ser una pequeña “cuota” del talento humano de las organizaciones para tener mayor representatividad en las estructuras organizacionales. Hablar de igualdad de género es hablar de empoderamiento económico y la autonomía para que desarrollemos nuestras habilidades como profesionales y como parte de una sociedad igualitaria.

Soy diseñadora gráfica de profesión, hoy liderando la imagen de una de las empresas de tecnología y transformación digital más importantes en el mundo. Desde mi posición, veo que, si bien esta es una industria retadora, también nos brinda grandes oportunidades de crecimiento personal y profesional para todas aquellas que tenemos ganas de innovar y aportar nuestras ideas.

En NEORIS nunca he encontrado un obstáculo por ser mujer; es una compañía donde aprecian los puntos de vista distintos, las ideas, la multiculturalidad y la innovación. No importa si eres hombre, mujer, la edad o la ideología; lo importante son las capacidades y las ganas.

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Celebro los espacios ganados que hoy tenemos las mujeres, particularmente en la industria tecnológica, y aspiro que hombres y mujeres por igual, continúen este camino de igualdad que comenzó y no tiene marcha atrás. 

Estoy segura de que, en un tiempo cercano, nuestra reflexión no será acerca de la inclusión de las mujeres, sino en cómo avanzar en el crecimiento de las industrias apalancadas por el rol de las mujeres y en cómo el valor e igualdad de todas las personas es clave para el desarrollo, especialmente en el marco de la era de la revolución digital.

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