«Para nosotros en Cofece, es sumamente importante identificar cuáles son los retos a los que se enfrentan tanto las empresas como los consumidores sobre todo en mercados tan disruptivos como es el financiero, que está viviendo avances tecnológicos gigantescos», compartió Andrea Marván, durante su participación en la sexta edición de Open Finance 2050. «La inclusión financiera es uno de los principales desafíos que enfrenta nuestro país, sobre todo si la comparamos con economías similares a la nuestra».
El evento, crucial en términos de crecimiento económico, aportó a los asistentes insights de alto valor sobre cómo las fintech, o tecnologías financieras, juegan un papel crucial en la inclusión financiera al ofrecer servicios accesibles y asequibles a personas y empresas que tradicionalmente han estado excluidas del sistema bancario tradicional.
«Tenemos un gran rezago en términos de inclusión financiera, formalización de la fuerza de trabajo y bancarización de la población. Los servicios financieros digitales, tanto en la captación de ahorro como en el otorgamiento de créditos en la gama diversa de servicios, ofrecen una alternativa para personas que nunca antes habían tenido acceso a servicios financieros: Más facilidades para la contratación, distintas condiciones que favorecen la apertura de estos servicios y una mayor oferta de los mismos», abundó Marván, comisionada presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), participante del panel de apertura del segundo día de actividades de Open Finance 2050.
Y es que solamente a través de innovaciones, como aplicaciones móviles, plataformas de pagos digitales y soluciones de préstamos en línea, los usuarios pueden acceder con mayor facilidad a cuentas bancarias, créditos y otros servicios financieros esenciales.
Reconocemos que existan espacios como estos en los que nos juntemos tanto reguladores como el sector privado, en el que se puede contribuir a la innovación y que se genere una mayor competencia en estos mercados. Para la Comisión, el principal objetivo es que estos avances se traduzcan en mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos y mexicanas a través de la inclusión de grupos vulnerables de nuestra sociedad, potenciando la capacidad de las MyPyME para competir e incentivando la formalización de diversas actividades económicas». Andrea Marván, comisionada presidenta de la Cofece
Durante la exhaustiva jornada el tema en común fue cómo mejorar la calidad de vida de las personas con el fomento de una cultura de ahorro, inversión y mejor administración de su dinero, así como de impulsar la participación en la economía formal y apoyar a las pequeñas y medianas empresas.
«45% de la población nunca había tenido acceso a servicios financieros digitales, en un sentido amplio, lo cual muestra un muy importante avance en términos de digitalización e inclusión financiera; los beneficios de ello son más relevantes si consideramos que entre 20220 y 2021 (en los que la pandemia en México tuvo un mayor impacto), la inclusión de las MyPyME creció 125%: Esto va a pasos agigantados, pero todavía hay mucho qué hacer», confirmó Andrea Marván.
Durante dos días de conferencias, en Open Finance se analizaron las experiencias internacionales y los avances tecnológicos y regulatorios del ecosistema financiero. El evento congregó a bancos, fintech, reguladores, inversionistas, retailers, e-commerce, unicornios, neo bancos y usuarios financieros, entre otros especialistas que participan activamente en la transformación del sector con el propósito de presentar las soluciones que moldearán el rumbo de la industria financiera en México y en América Latina.
Destacó, asimismo, la participación de Emanuel González, presidente de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México, A.C. (Asofom), quien resaltó la importancia de avanzar en la inclusión financiera en México a través de la educación, el desarrollo tecnológico y las alianzas con el gobierno y otros países. “Hoy el crédito al sector privado en México representa 40% del PIB; en contraste, en Chile es más del 100% y en países como Costa Rica, Honduras y Jamaica, hablamos de entre 60 y 70%”.
